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Brisa de verano

Andan mis manos por la luz,
que baña rincones de tu cuerpo,
entre las sábanas de un día cualquiera,
secuestrados por el deseo.

Bajo el ardid de tus susurros,
sobre la noche y sus falsos sueños,
que sin ser creada para dormir,
fue pensada para comernos a besos.

Que encontrándonos en nuestras camas,
uno estaba en el lugar incorrecto,
que dos almas como las nuestras,
necesitan compartir su anhelo.

Y a través de suaves caricias,
que dibujo sobre tu lienzo,
tu piel conoce lo que ya sabías,
que el uno para el otro estamos hechos.

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