Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de marzo, 2020

Marionetas del odio

No existe mayor desgracia, que aquel que porta el miedo, de encontrándose aún vivo, sentirse realmente muerto. Quien no controla el alma, cuando ruge un cielo negro, y la llamada de la calma, la desoye con desprecio. Cual heraldo de ignorancia, poco importa el bien ajeno, convertido en la amenaza, del lobo siempre hambriento. Conductor de una carcasa, de malvado titiritero, regurjita la oscuridad, del egoísmo más enfermo.

Crónicas de Aodren: El lado oscuro de la santidad

¿Qué podrían tener en común un brujo en constante búsqueda de sí mismo, una sacerdotisa con una carga emocional oculta debido a un potencial intuído pero inexplorado en las artes mediúmnicas, un guerrero que ha perdido la fe en sus congéneres, una pícara educada únicamente por su instinto de supervivencia, y una paladina renegada de su propia orden? Cada uno de ellos había andado no en una búsqueda de poder o ambición, sino empujados por un sentimiento de trascendencia alimentado por una perspectiva de la realidad que se les mostraba ilusoria. A diferentes niveles de consciencia, notaban que más allá del velo de sus sentidos se encontraban puertas tras las que hallar respuestas a sus diversas inquietudes, las cuales iban mucho más allá de lo común. •  Consultar la cronología de las crónicas   • Lo que hubo comenzado como amistad compartida largo tiempo atrás, acabó forjando una unión compacta que fue puesta a prueba en la terrible batalla de ese apartado poblado llamado Sallitnu

Desde donde no alcanzan los sentidos

Es tal la inmensidad de las profundidades inescrutadas de lo desconocido, que cualquier preocupación o pensamiento se vuelve insignificante en comparación, irremediablemente nimio. Es imposible detenerse durante la noche para admirar la infinitud del firmamento y no encogerse al ser consciente de lo que somos, algo tan diminuto, algo tan pequeño. Resulta abrumador el plantearse la necesaria verdad de que no estamos solos en este universo, incluso si existen otros danzando y evolucionando ajenos al nuestro, pues tener la perspectiva de que somos parte de un único e irrepetible evento es más bien propio de un carácter arrogante e ingénuo. Cuanto más descubro y cuanto más aprendo, más me doy cuenta de todo lo que escapa al conocimiento. Resulta relativamente fácil imaginar otros mundos con más de un sol en el cielo, mares de otras texturas, naturalezas de extraños comportamientos... ¿Qué tipos de formas de vida y qué clases de consciencia podrían haber existido, existir, o existirán