Nada cae en el olvido, aunque no pueda recordarse, nada se desvanece del todo, aunque se encuentre perdida la llave. Todo queda a buen recaudo, en alguna no lejana parte, de una mente consciente, detrás de la adecuada clave. Para a su debido tiempo, ordenar ese aprendizaje, de quién ha sabido querer, y quién procuró dañarte. En este ensayo de teatro, de la vida y su gran viaje, entre cuyos actrices y actores, debemos buscar nuestra mejor parte.
El pequeño rincón de un poeta por accidente, un humilde escritor, un soñador permanente.