No tendría sentido, el devenir de la consciencia, si no fuera por vivir, más de una experiencia. Un viaje planeado, tanto de ida como de vuelta, a una obra de teatro, que nunca se estrena. Cual múltiples ensayos, que entre sí se conectan, a los miles de papeles, que los demás interpretan. Hasta que cede el telón, cuando uno menos se lo espera, y en otro lugar y tiempo, otra historia quizá comienza.
El pequeño rincón de un poeta por accidente, un humilde escritor, un soñador permanente.