Ir al contenido principal

Al acecho del péndulo errante

La realidad termina sintiéndose,
más extraña que cualquier ficción,
creando la fuerte curiosidad,
de querer asomarse bajo el telón.

Presentarse ante lo inefable,
a lo carente de explicación,
a preguntarse si la consciencia,
es parte de algo muy superior.

Lo incógnito de este escenario,
puesto en una aparente acción,
donde las ilusiones son la norma,
y ni mucho menos la excepción.

Tras las pistas de un arquitecto,
diseñador de un inmóvil motor,
compuesto de calculadas leyes,
actuando en conjunción.
 
Una extraña y patente armonía,
dispuesta a la comprensión,
por la mente creadora,
de un observador.


Comentarios