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Ad mortem inimicus

Aunque ocurre solo a veces,
basta un instante para notar,
las fotografías que en la mente,
son imposibles de borrar.

Como fantasmas que devuelven,
un dolor proporcional,
a ese amor que fue entregado,
por la inefabilidad.

Mientras aúllan despertando,
lo que se creyó olvidar,
alzan demonios enterrados,
con la ansia de luchar.

Una guerra en los campos,
de un mundo espiritual,
que hace crecer alas de fuego,
en mi existencia inmaterial.

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