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Retales de cordura

Sigue ese loco enamorado,
de la mujer que no ha conocido,
de ese lugar jamás visitado,
y del paisaje nunca visto.

Continúa siendo el lunático,
que tras libros no leídos,
va cual lobo obstinado,
en los bosques no aprendidos.

Por la lluvia acompañado,
del querer que fue recíproco,
cada error ocasionado,
y del amor no correspondido.

Un eterno fascinado,
por lo que yace escondido,
bajo heridas y arañazos,
del valor de lo vivido.

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