Cierto tipo de sueño se ha vuelto muy común en mis viajes oníricos desde hace bastante. Van y vienen por épocas, siendo cada uno de ellos diferente tanto en su conjunto como en sus detalles, pero la excepción mostrada por esa característica que comparten es la sensación de ser incapaz de encontrar el camino de vuelta en cuanto deseo volver, encontrándome perdido sin rumbo alguno. A veces, cuando me encuentro lúcido, puedo conseguir salir de la ensoñación a voluntad. En una de esas ocasiones pude notar cómo mi cuerpo dentro del sueño ascendía lentamente mientras se volvía en posición horizontal, para luego descender en esa misma postura y sentir como si volviera a mi cuerpo físico real, despertándome justo en el instante en que ese "cuerpo onírico" se fundía con el de carne y hueso que yacía plácidamente en la cama. He contemplado durante esos viajes caminos y autopistas interminables a través de campos y ciudades más allá de la imaginación. Algunos de los más fáciles de de...
El pequeño rincón de un poeta por accidente, un humilde escritor, un soñador permanente.