En ocasiones me pregunto,
cómo he podido escribir tanto,
sobre más de un sentimiento,
que pensaba había olvidado.
Al saber desde hace mucho,
que el presente es observado,
detrás de un cristal,
que he creído casi opaco.
Y quizá realmente,
lo que sí ha cambiado,
es una nueva manera,
de entender el puzle armado.
Que ha sido como un molde,
a los vaivenes de un noctámbulo,
entre la bruma del futuro,
y los retales del pasado.
Duelo a muerte del espíritu,
que la razón ha ganado,
aunque más allá de su tumba,
el "poeta" a veces me siga hablando.
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