A veces me pregunto, a dónde irán los sentimientos, que sin llegar a ser confesados, no tuvieron el momento correcto. Sin las condiciones adecuadas, para que alzaran el vuelo, por culpa de estúpidas tormentas, que no llevaban a buen puerto. Pero cómo ser buen piloto, y un audaz marinero, sin la existencia de turbulencias, y el oleaje de lo que siento. Esa rara y extraña nostalgia, que me hace ir de nuevo, a los días en los que tu compañía, no era un lejano recuerdo.
El pequeño rincón de un poeta por accidente, un humilde escritor, un soñador permanente.