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Mostrando entradas de abril, 2018

Perdido en tu medianoche

Y hubo quien se creyó por siempre, de blancas playas y verdes prados, pero sería una de muchas ciudades, la que conseguiría a él hechizarlo. Pues cautivo de tus propios ojos, cual mirador bajo un cielo claro, deseó correr por las autopistas, de tus pensamientos más abstractos. Visitar de tu mente el museo, donde esculturas del pasado, dieron forma a las emociones, que como persona te han forjado. Pasear en los tranquilos parques, que cubren tu piel de lado a lado, donde acaricio cada brizna de hierba, con mis desnudas y cálidas manos. Probar el agua de caudalosa fuente, que da sabor a los mismos labios, que mostrándome el camino al templo, con tu permiso al rincón más sagrado.

Crónicas de Aodren: Codex Abraxas

Creyó estar muerto, y de hecho, su cuerpo lo estaba, pero su consciencia de alguna forma permanecía presente. Se vio arrastrado a un túnel de luz junto a un ser que no tardaría en aproximarse y acompañarle a modo de guía, un ser que carecía de forma, como una extraña nebulosa de diversos destellos constituida por pura energía. •  Consultar la cronología de las crónicas   • La travesía duraría unos instantes hasta que la luz lo cubrió todo por completo, y se encontró de repente en el ascenso de una solitaria montaña rodeada de un mar de nubes. La desaparición del ser no le pasó desapercibida, al igual que una imposible conjunción en el cielo (propio de un enrarecido atardecer más intenso de lo normal) del Sol y la Luna. Ambos tenían un enorme tamaño, situado el primero justo por encima del segundo a muy poca distancia uno del otro, reinando ambos el firmamento al mismo tiempo. Continuó el ascenso sin dificultad dándose cuenta de que no ejercía ningún impulso físico para

Antítesis onírica

Caminando por aquel largo pasillo que bien podría ser el de cualquiera de los hoteles que he visitado a lo largo del tiempo, no tardé en recobrar paulatinamente cierta lucidez, me encontraba de nuevo dentro de un sueño. Me dejé llevar por la situación, expectante, y el instinto me llevó a abrir la primera puerta que apareció a mi lado izquierdo. Al abrirla me vi al instante andando dentro de una sala amplia e iluminada por unos grandes ventanales, una luz ligeramente anaranjada y agradable que penetraba por aquellas enormes cristaleras de forma muy intensa. Habían varias estatuas y mobiliario de corte entre lo moderno y lo clásico, de tonalidades claras y cálidas similares a la madera, estando todo ello en torno a una chimenea encendida de llamas muy vivas. Me percaté de que no me encontraba solo a los pocos pasos. Aquella sala estaba abarrotada de gente, personas de apariencia normal, de todo tipo y condición, que no reaccionaron a mi presencia y que permanecían tranquilament

El rostro de la inspiración

Eres lo que va y viene, cuando solo se le antoja, sin saber de dónde procede, naturaleza tan caprichosa. Desapareces cuando quieres, sin dejar una triste nota, pero vuelves de repente, para estar juntos a solas. Te sintonizo cuando anochece, como una invisible onda, de una radio que no duerme, que susurra muchas cosas. Cuando todo ello sucede, me despiertas a cualquier hora, para escribir lo que precede, a tu voz tan silenciosa. Formas cartas sin remitente, hacia toda y ninguna persona, cual desahogo de alma viviente, eres el amor que nunca traiciona.

Soldado de la vida

Llegó a encontrarse a sí mismo tan cansado de sentir, a preguntarse si la única forma de parar era dejar de sentir por completo. De crearse un caparazón de piedra tras una gran puerta de hielo, pues no dejó de estar en guerra, siendo el campo de batalla tanto su mente como su cuerpo. Una parte suya aprendió el amor, y la otra el resentimiento, ambas en lucha a muerte de un interminable duelo que bien le desgarraba en pedazos durante el amargo proceso. Aferrándose en lo positivo y en lo que creyó correcto intentó enterrar en vano a las sombras que acechaban desde dentro. Pero nunca se van, siempre vuelven, siempre terminan alcanzando tanto al loco como al cuerdo. La cara y cruz, pensó por momentos, de todo viaje por este sueño. Que no es cuestión de combatir los demonios, sino de aprender a convivir con ellos para así aprender de sus lecciones primero. Y como aspas de molino sacudidas por repentino viento comprendió los ciclos de la experiencia por los túneles del tiempo. Deambu

La rime d'un autre printemps

Desde aquella luminosa estadía, quise quedarme siempre despierto, para observar como dormías, y cuidar de todos tus sueños. Afrontar las pesadillas, que estuvieran al acecho, compartir noche y día, tu carga de malos momentos. Mientras volaba en la osadía, de seguir amándote en secreto, atrapado en la hechicería, de nuestros labios en un beso. Así cual loco equilibrista, andando en nubes sobre el cielo, me di cuenta que tenían, cada curva de tu cuerpo. Y entre ellas me perdía, esperando esos momentos, sobre los cuales escribía, y que eran solo nuestros.

Dolce ragazza chiamata primavera

Qué será el recordarte de repente, dondequiera que me encuentre, y sonría al escucharte, o al verte, sintiéndote a veces a mi lado, sintiéndote a veces enfrente. El venir sin saber de dónde un abrazo junto al reflejo de tu cabello cuando la felicidad no se encuentra de paso. Las pinceladas de tristeza en los cuadros de buenos momentos por no ser compartidos con quien dejó una huella en el recuerdo, en sus playas de blanca arena, la misma que permanece imborrable por el tiempo y su marea. Qué será el pensarte, en cómo te encuentras, en preocuparme, en si estarás viendo unas parecidas nubes o un similar oleaje, haciendo en tu mente un hueco a ese alguien que soñó compartir contigo de la vida sus montañas y valles. Qué será, de qué forma explicarse, cuando para mí no has dejado de ser lo impronunciable, lo referente al echar de menos, a la nostalgia, a ese dolor silencioso e incesable, el de dos estrellas fugaces que coincidieron y que jamás distanciar sus rumbos debieron. Qu