Ir al contenido principal

Instante de lucidez

Hacía mucho que no tenía un momento de lucidez en pleno sueño como me ocurrió anoche, fue algo maravilloso, aunque duró apenas unos instantes. Me vi saliendo de una especie de castillo o fortaleza, había decidido dar un paseo por los campos a pleno mediodía. Delante de mi se extendía una larga llanura algo árida, poblada por algunos árboles no demasiado verdes (parecían muy secos, como si fuera plena estación veraniega), y unas montañas a lo lejos que sin ser demasiado grandes, imponían mucho a la vista.

Seguía caminando mientras oteaba con la mirada todo a mi alrededor, esperando (sin saber el por qué) ver personas paseando por allí. Pero no había nadie, todo estaba desértico. A lo lejos empiezo a divisar algunas carretas cargadas con toneles, tiradas por caballos. "Las rutas comerciales", pensé. Unos pocos pasos más y algo apareció al fondo, dos pequeñas figuras que parecían ser un burro y una especie de lobo. Ambos caminaban en dirección a uno de los árboles, como si quisieran reposar bajo su sombra, pero justo antes de tumbarse, (cosas del sueño) el burro se convirtió en un abrir y cerrar de ojos en un gran tigre que giró la cabeza hasta verme y, junto con el lobo, emprendieron una carrera hacia mí a toda velocidad.

Me invadió un miedo horrible, sabía que en cuanto me alcanzaran ambos me harían pedazos. Me giré y para mi sorpresa, la fortaleza estaba solo a unos pocos pasos de mí aunque hacía ya rato que había estado caminando y, supuestamente, alejándome de ella. Vi la puerta y quise echarme a correr hacia ella, pero ahora cada pierna me pesaba tanto que apenas podía moverme. Las criaturas se acercaban cada vez a mayor velocidad y una enorme impotencia me invadía, estaba empezando a ver que no llegaría a tiempo a refugiarme dentro.

En ese instante llegó mi momento de lucidez. ¿Quizá por el miedo?, no sabría decir la causa. Cerré los ojos y entré en un momento de paz y tranquilidad que no podría describir, supe que era un sueño y que dichas criaturas no me harían nada si así yo lo quería. Extendí uno de mis brazos y abrí mis ojos, viendo como tanto el tigre como el lobo estaban detenidos frente a mi. Por unos instantes, ambas bestias respondieron a mis pensamientos, corrían hacia donde yo les mandaba, y me acompañaban a mi lado mientras continuaba el paseo por aquella árida tierra.

Empezó a caer la noche y ahí se esfumó todo, si el sueño continuó, no lo sé, pues no recuerdo más. Pero sin duda alguna ese instante de lucidez se me quedaría grabado al despertar y durante el resto del día, pudiendo plasmarlo aquí. Ojalá pueda mejorar la técnica y no solo obtener maravillosos momentos como estos, si no llegar a controlar el sueño por completo, en vez de solo "porciones" de ellos.

Comentarios