Aquello que pudo haber sido,
ocurre en mundos paralelos,
que se cruzan como el aire,
que inhalamos a cada momento.
Como estrellas que observan,
a través de un firmamento,
aunque la luna esté dormida,
y el sol ande despierto.
Porque todo lo que fluye,
sin darnos cuenta de ello,
deja a veces correr la cortina,
entre los más íntimos deseos.
Siendo así como en la noche,
astros quedan al descubierto,
es en otras dimensiones,
donde paseamos durante el sueño.
Y fue allí donde estando lúcido,
pude ver a través del velo,
que separa esta realidad,
de lo que están hechos los pensamientos.
Y es allí donde un día normal,
estamos juntos compartiendo,
entre risas y confidencias,
tan felices por solo vernos.
Entre miradas que hablan,
de un amor en silencio,
sin que existan las palabras,
que expresen la forma en que te quiero.
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