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Al filo de la cordura

Escribí tu nombre en mi bandera,
porque has sido mi única patria,
donde compuse notas enteras,
con cada una de nuestras miradas.

Guardo en una invisible botella,
de un cristal color esperanza,
la custodia de gran delicadeza,
de tu cabello su fragancia.

Vuelco el diario en la libreta,
de cuyas hojas nunca cambian,
pues mis trazos solo muestran,
el beso que saboreó tu alma.

Llevando en tantas ocasiones puesta,
la improvisada y rígida máscara,
que oculta mi mayor tristeza,
de las ausencias la más amarga.

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