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Llave maestra

Somos realmente lo que hacemos,
cuando nadie está mirando,
somos un gran jardín secreto,
que siempre se está cultivando.

Ese lugar que todos tenemos,
que permanece bien cerrado,
siendo solo a unos pocos,
a quienes el lugar es mostrado.

Aunque existen muchas puertas,
y parcelas por separado,
no todo estará a la vista,
para el visitante invitado.

Al igual que zonas profundas,
habrán verjas de duros candados,
infranqueables altas barreras,
contra lo que hizo tanto daño.

Donde ángeles y demonios pasean,
ante la complejidad del ser humano,
donde unos luchan contra ellos,
y otros los liberan en sus actos.

Como ese mismo laberinto,
por una llave única iluminado,
la que abre todas mis puertas,
propiedad de un amor siempre recordado.

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