Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de marzo, 2015

Mensaje en una botella

A veces le da la sensación de que tanto el futuro como el pasado se pliegan en un solo instante. En cuanto al primero, nace la visión de posibilidades divergentes debido a decisiones que dan paso a caminos que toman rutas distintas y recorren diversos lugares. Nuevos horizontes y nuevas vivencias que parten desde un mismo cruce. Cruces que cada cierto tiempo se repiten. Ramificaciones infinitas que se despliegan en su imaginación y en una memoria ficticia que anda en delicado equilibrio sobre delgados hilos de ilusión, con enormes abismos sin fondo bajo ellos. Lo que fue, lo que pudo ser, lo que aún puede ser. El pasado también camina de la mano, pero no sobre un sencillo echar de menos a lo que ya no está. Es el captado del latido de fragmentos de si mismo nacidos de experiencias que salen a la superficie del mar interior. Y como si una gran fuerza de gravedad viniera de alguna parte, aumentando de forma paulatina y exponencial, se forjan enormes olas de sentimientos que golpean la

Melodía del amanecer

Cómo intentar definir un perfecto comienzo del día, cuando suavemente el despertar en él ya fluía, y al mirarla en ella dibujada una sonrisa veía, sintiendo ambos que el mundo ahora les pertenecía. Que ninguna noche les volverá a ser oscura ni sombría, mientras navegan por su piel con intensa lascivia, surcando sus cuerpos en una delicada armonía, como dos instrumentos que afinan una misma melodía. Explorando rincones secretos sin ninguna prisa, con un fuerte calor ya dándoles la bienvenida, a un nuevo lugar que jamás imaginarían, alcanzando juntos la propia esencia que alienta la vida.

Hijo de la Luna

 Son muchas horas observando a la Luna, con tantas cosas surcando su mente, y una de ellas al límite de la cordura, que ella es la única que a él le comprende. Tras incontables noches de incierta locura, con un manto de oscuridad sobre todo cerniéndose, presenciando su desahogo y acunándolo con ternura, con su brillante y plateada luz en su rostro presente. Cuando no quedó en sus ojos lágrima alguna, arrancó de su pecho su corazón aún latiente, para ofrecérselo a quien como ninguna, le había acompañado desde siempre. Aulló con intensidad a través de la negrura, rasgando con fuerza la medianoche creciente, era el nacimiento de una nueva criatura, y todas las estrellas le miraron fijamente. Saludad a este hijo de la Luna, se escuchó desde el cielo de forma solemne, y los astros brillaron como no lo habían hecho nunca, presenciaban un alma que cambió para siempre.

Crónicas de Aodren: El retorno de Ceneo (II)

El casi inaudible jadeo de un cansancio repentino hacía mella en su mente, revelándole para su sorpresa que se encontraba más agotado de lo que podía imaginarse. Se detuvo para hacer una pausa en el camino apenas comenzado, pensativo y exhausto. Un pequeño montículo rocoso no demasiado abrupto le ofrecía un buen lugar donde sentarse. Tras apoyar la pesada hacha de doble filo en un árbol cercano, sin pausa alguna (pero sin excesiva premura) dejó el pesado escudo en el suelo cerca de sus pies para a continuación liberarse del torso de su armadura, el cual colocó con cuidado a su lado. •  Consultar la cronología de las crónicas   • Los últimos rayos de sol del día impactaban en dichas desgastadas piezas de acero, creando mallas uniformes de brillante luz que parecían moverse de forma caprichosa, animadas por las sombras proyectadas a partir de las hojas que danzan desde las ramas unos metros más arriba. Observó detenidamente dichos reflejos durante unos minutos, c