El tener en el tren de tu vida cerca de ti un asiento, el forjar y compartir juntos un pequeño mundo que naciera nuevo, un sitio donde cultivar sentimientos que fueran solo nuestros, mientras navegáramos a través de un mar de inolvidables momentos. Escribir tú y yo una historia que permaneciera en el tiempo, acompañarnos durante el camino tanto en lo malo como en lo bueno, alimentando nuestro cariño y aprecio con un cálido fuego, sin dejar que las circunstancias de la vida nos mantuvieran a lo lejos.
El pequeño rincón de un poeta por accidente, un humilde escritor, un soñador permanente.