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Mostrando entradas de diciembre, 2014

Angosto camino

Aunque paseando observaba a las estrellas, había algo que intentaba explicarse a sí mismo, el sentirse hechizado al recordar los ojos de ella, y en como al mirarla se volvía a sentir vivo. Pasando por su vida cual brillante cometa, había rasgado un firmamento congelado y frío, prendiendo con el fuego naciente de su mente despierta, el angosto trazado de lo que muchos llaman destino. Una llamada le hacía creer que merecía la pena, junto a una voz que susurraba su nombre al oído, a través del tiempo sin dejar de buscar su esencia, sin existir casualidad en el cruce de sus caminos. Imaginándose el estar frente a su presencia, se pregunta ensimismado sin estar tranquilo, imaginándose el abrazarla mientras le dijera, si le gustaría continuar la historia que ya los tuvo unidos.

Última lanza

 Campo sin horizonte de alta hierba, y un fuerte viento amainando, traen un sentimiento que me despierta, y todos los pensamientos se van volando. Ya son libres de ir donde quieran, dejando tras de sí una mente en blanco, la misma que muy de cerca observa, todas las hojas de mi memoria danzando. Me invitan a no alejarme mucho de ellas, mientras mantengo los ojos muy bien cerrados, deseo fundirme con lo que me rodea, es hora de alzar el espíritu aún más alto. Pues nada tan fuerte como la vida golpea, y ahora me encuentro realmente cansado, ya solo un camino es el que me espera, no puedo permitir que me acabe tumbando. Aliento mi corazón a golpe de espuelas, instrumentos de batalla de fondo sonando, apunto la lanza al fragor de la guerra, y entono al cargar mi último canto. Ya sin temor a lo que ocurrir me pueda, estrecho una de las hojas con mi otra mano, queriendo leer una última palabra de ella, para jamás olvidar aunque acabe ensartado. Algo que ni

Crónicas de Aodren: Cacería de la Luna Negra (I)

Se hacía complicado andar sobre la gruesa capa de nieve que yacía bajo los pies, y el frío acechaba con penetrar en sus huesos si osaban mantenerse inmóviles durante poco más de unos minutos. Alertados por unos guturales sonidos habían partido en plena noche siguiendo un rastro de huellas hacia la profundidad de la nada dejando el calor y la comodidad de la taberna en la que se hospedaban temporalmente. •  Consultar la cronología de las crónicas   • La luna, sin perder ni un ápice de su plateado brillo, se había vuelto de una tonalidad extraña y oscura totalmente ensombrecida, como si se hubiera abierto un agujero en el mismísimo cielo de la creciente noche. Con la intención de pasar más desapercibidos confiaron su vista a su resplandor. —Esto no me gusta nada. —¿Acaso te sorprende?, ¿has visto estas huellas? —Tú eres el experto, ¿de qué demonios se trata esta vez?

No todo el que anda errante está perdido

Sigo viajando por infinidad de mundos, tanto despierto como dormido, y en cada uno de ellos, parte de ti va siempre conmigo. Cruzo ventanas una detrás de otra, mostrando universos aún desconocidos, mientras mi inconsciente busca encontrarte, cuando uno de ellos es por mi elegido. Pues sin duda en mi pesado equipaje, guardo cada buena palabra y gesto de cariño, así como una esperanza por volver a encontrarte, alimentada por cada momento juntos compartido. Todo ello de alguna forma me protege, del enorme riesgo de perderme a mi mismo, pues ciertas sombras sin descanso me siguen, desde cada rincón con un solo objetivo. Mientras fascinado con cada nuevo horizonte, no dejo de pensar en lo maravilloso que habría sido, que no se hubiera torcido jamás el camino, así como volver a compartir parte del tiempo unidos. Porque no todo el que anda errante está perdido, sé que jamás dejaré de buscarte si no estás conmigo, ya que antes de conoce