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Última luz

Oscura noche en la que salgo a dar un largo paseo,
donde voy a encontrarme con mis más profundos recuerdos,
pudiendo sentir tanto los malos como los buenos,
mientras cada gota de lluvia es en mi una pena de menos.

Y al mirar las húmedas hojas juguetear en el suelo,
me doy cuenta que su color me recuerda al de tu pelo,
así como las estrellas son el recuento de todos aquellos besos,
que siempre quise darte desde que te conozco en el tiempo.

La luna mi corazón a ti entregado como eterno obsequio,
reina abrazando con su plateada luz el negro manto del cielo,
una luz que sin yo olvidarlo no es más que un humilde reflejo,
de la que tú ya me inundaste al poco de tú y yo conocernos.

Cuando usabas una cariñosa palabra como si fuera tuyo de echo,
y yo en mi inocencia me sentía el caballero de tu reino,
pero ahora estoy perdido sin saber cómo hemos podido llegar a ésto,
mientras la soledad me abraza y me pregunto entre tantos pensamientos.

Si tú al igual que yo a ti, me estarás echando tanto de menos.

Ahora volviendo a casa ya escucho los susurros que trae el viento,
son ellos los fantasmas que aúllan desde lo más lejos,
gritándome que podías sustituirme por otro en cualquier momento,
y una espesa neblina se levanta, ya mi camino a casa no encuentro.

Son las sombras que me rodean mientras volver a ti es lo único que anhelo,
pues para volver a mi nadie sin ser tú es a quien yo deseo,
ya las luces se desvanecen y en profundos sueños me pierdo,
pensando que ojalá al menos estés y pueda verte en ellos.

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