Son todas las lágrimas derramadas, las mismas que regarán el alma, limpiando heridas que antes mataban, haciendo ver que es mío el mañana. Como un río surgiendo desde la montaña, siendo tú el incesante flujo de agua limpia y clara, borrando con ella cada mentira y verdad enmascarada, cada herida y traición que torturaba.
El pequeño rincón de un poeta por accidente, un humilde escritor, un soñador permanente.