Déjame recordártelo,
te echo mucho de menos,
si pudieras imaginártelo,
lo mucho que yo te quiero.
Volviendo estoy a mi cama,
contigo en mi pensamiento,
acurrucándome bajo la sábana,
esperando abrazar tu cuerpo.
Y me deslizo en mis sueños,
donde tú estás en ellos,
recordando tu rostro y voz,
como si te viera en un espejo.
Algo ocurre luego en mi mente,
en otro sueño me sumerjo,
toda luz desaparece,
así como tu imagen y recuerdo.
En solitario barco me encuentro,
rodeado de sombras ardientes,
pero a nada yo le temo,
porque sé que estás presente.
En las sombras está la duda,
que intenta ahogar mi mente,
pero antes de perder la cordura,
grito tu nombre a contracorriente.
Y resuena en el oscuro mar,
tu nombre abriendo el paso,
apartando la oscuridad,
sintiéndote yo a mi lado.
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