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Mostrando entradas de agosto, 2012

Marea alta

Déjame recordártelo, te echo mucho de menos, si pudieras imaginártelo, lo mucho que yo te quiero. Volviendo estoy a mi cama, contigo en mi pensamiento, acurrucándome bajo la sábana, esperando abrazar tu cuerpo. Y me deslizo en mis sueños, donde tú estás en ellos, recordando tu rostro y voz, como si te viera en un espejo. Algo ocurre luego en mi mente, en otro sueño me sumerjo, toda luz desaparece, así como tu imagen y recuerdo. En solitario barco me encuentro, rodeado de sombras ardientes, pero a nada yo le temo, porque sé que estás presente. En las sombras está la duda, que intenta ahogar mi mente, pero antes de perder la cordura, grito tu nombre a contracorriente. Y resuena en el oscuro mar, tu nombre abriendo el paso, apartando la oscuridad, sintiéndote yo a mi lado.

Amelie

Un humilde tributo a una película y a un personaje que me encantó.

Sin rumbo ni destino

Mirando desde la ventana, mientras mis ojos se empañan, recuerdo que las cosas cambian, sin avisar antes de nada. Y son las cosas que echas de menos, las que se guardan en bonitos recuerdos, las mismas que van quemando por dentro, porque sabes que no volverán en el tiempo. Pero luego me calmo y pienso, lo desconocido que es el mañana, donde se esconden nuevos cuentos, y desafíos para plantar batalla. Es hora de cerrar la ventana, y dirigir mis pasos hacia la puerta, mirar al frente con esperanza, con una pequeña y simple maleta. Pues estoy cansado de esperar, de sacrificarme por los demás, pues ya me ha susurrado el viento, y me ha dicho que ahora es mi momento. No me busques ni me esperes, aquellos que me conocen me encontrarán, y quizá algún día cuando pienses, sabrás todo lo que por ti llegué a pasar. Mi viaje comienza con este paso, sin rumbo ni destino fijado, con el viento como mi hermano, y aquellos a quienes imp

Distante

Pasillos de luz me ciegan, enormes cristaleras me rodean. Gente que corre apresurada y otros que simplemente pasean. Voces de fondo por algún tipo de megafonía llegan a mis oidos, así como conversaciones algo más cercanas aunque igual de ininteligibles que las primeras. Lo veo todo tremendamente borroso, como una visión lejana a través de un cristal empañado, pero me siento estar ahí. ¿Estoy presente, o es sólo un racimo de antiguos recuerdos fundidos con nuevos sueños que parecen tomar forma? Ya estoy en un lugar diferente, más luminoso aún que el anterior y más complicado de reconocer lo que me rodea. Pero parece una larga pasarela, ¿una especie de puente quizá? Esta vez no hay nadie... ¡sí!, una silueta femenina de cabello largo aparece a no muy larga distancia, sujetando una especie de mochila. Levanta una de sus manos. Creo pensar que me saluda, ¿me está esperando a mi? Me embarga un indescriptible cúmulo de sentimientos positivos difíciles de describir mientra

Alfhild

Alfhild, así he titulado mi último dibujo. Se dice de ella que fue una bella doncella. Afamada guerrera, poseedora de su propia flota de drakkars, algunas de sus naves gobernadas por agresivas skjaldmö*. Comprometida con el vikingo Alf en la mitología nórdica, se viste como un hombre para evitar casarse con él. Este, pensando que ella era un guerrero, batallaron casi hasta la muerte. Dándose cuenta de que era tan fuerte como ella, Alfhild acabó casándose con él y tuvieron una hija llamada Gurid. *Una skjaldmö, o doncella guerrera, era una virgen que había elegido pelear como un guerrero en la mitología nórdica. Como detalle, añadir que fueron la inspiración para las valquirias, e incluso para el propio J.R.R. Tolkien para el personaje de Éowyn, llamada shieldmaiden of Rohan , expresión en la que shieldmaiden equivale a skjaldmö en inglés. (Recomiendo pinchar en la ilustración para verla a mayor tamaño con más detalle).